Año Jubilar

En la tradición católica, el Jubileo es un gran acontecimiento religioso. Es el año de la remisión de los pecados y de sus penas. Es el año de la reconciliación, de la conversión y de la penitencia sacramental. En consecuencia, el año de la solidaridad, de la esperanza, de la justicia, del empeño por servir a Dios en el gozo y la paz con los hermanos. El Año Jubilar es ante todo el Año de Cristo, portador de la vida y de la gracia a la humanidad.

El jubileo puede ser ordinaria (cada 25 años) o extraordinaria (convocada de manera especial, por algún acontecimiento).

Inicio de la fundación

Estamos en el año de 1945. El hermano Juanito tiene 50 años. Siempre atento a las necesidades de los otros, siente en su corazón urgencia de servir a la iglesia de una manera muy especial. Decidido y con fe puesta en Dios comienza la obra.

Le ayudan el Padre Reséndiz y la madre María de la Luz y la Madre Leonor Richart, terciarias franciscanas, también el Padre Oñate, misionero del Espíritu Santo. Para llevar adelante la obra que Dios le ha entregado, pide permiso al hermano director de su comunidad hermano Emilio Reseversat y al hermano provincial Antonio María.

Los Superiores le han dicho: "La idea es excelente, el momento muy oportuno, el objetivo arriesgado y titánico, pero no importa. Los únicos que no se equivocan son los que nunca intentan nada. Las dificultades son enormes: se necesita Temple de mártir para lanzarse a esa aventura", también le dijeron: "Dios elige instrumentos inútiles e ineptos para realizar sus obras. Que Él los bendiga y les ayude".

Pero, ¿cuál es la obra que le hermano Juanito quiere emprender? Y se pone a trabajar. ¡Manos a la obra!

Contexto histórico

México vive una persecución religiosa en contra de la iglesia católica.

Un presidente anticlerical como Calles, provocó que surgieran movimientos que lucharon por defender la Fe y las obras de la iglesia: "Los soldados de Cristo Rey". La enseñanza se imparte clandestinamente en casas particulares.

Viendo esta necesidad, despierta el corazón del Hno. Juanito para dar una respuesta. Sueña con fundar una congregación de mujeres dedicada a la educación, que colaboren con los hermanos y hagan frente al vacío que dejaron las religiosas perseguidas.

Los superiores le han dicho “la idea es excelente, le momento muy oportuno, el objetivo arriesgado y titánico, pero no importa. Los únicos que no se equivocan son los que nunca intentan nada. Las dificultades son enormes; se necesita Temple de mártir para lanzarse a esa aventura.” También le dijeron: “Dios elige instrumentos inútiles e ineptos para realizar sus obras. Que Él los bendiga y los ayude.”

Un sueño hecho realidad.

Gracias al esfuerzo, compromiso y entrega, que llevan a ejemplo del Hno, Juanito en su vida a Dios y en él encuentran vigor para realizar la misión, siendo instrumentos, educando con fe, valor y alegría.